El NIF no es más que el número del carné de
identidad al que le añadimos una letra: el dígito de control.
Para poner la letra, dividimos el número del DNI
entre 23 y nos fijamos en el resto. A cada resto se le asigna una letra según
esta tabla.
Resto
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0
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1
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2
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3
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4
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5
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6
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7
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8
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9
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10
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11
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12
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13
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14
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15
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16
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17
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18
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19
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20
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21
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22
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Letra
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T
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R
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W
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A
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G
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M
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Y
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F
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P
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D
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X
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B
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N
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J
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Z
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S
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Q
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V
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H
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L
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C
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K
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E
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Por ejemplo, si tu DNI fuera 12345, haríamos la división:
y, como el resto es 17, te correspondería la letra V así que tu NIF sería 12345-V.
Así, si escribiendo un papel importante, te equivocas y en lugar de escribir 12345-V escribes 12346-V, detectarán que hay un error y no te confundirán con otra persona ya que al número 12346 le corresponde la letra H y no la V.
Ejercicios:
1. Un famoso falsificador ha
realizado el siguiente DNI. Da un argumento que demuestre sin lugar a dudas que
es falso.
2. Más difícil todavía: La letra del NIF, además de permitirnos detectar errores, nos permite recuerar algún número que se ha perdido o borrado.
Juan ha escrito su NIF pero tiene tan mala letra que no se entiende uno de los números. ¿Podrías recuperarlo?
Juan ha escrito su NIF pero tiene tan mala letra que no se entiende uno de los números. ¿Podrías recuperarlo?
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